BIOF

Las materias primas empleadas y el proceso de elaboración se realiza sin añadir aditivos ni aglomerantes.

Es un producto natural con alto poder fertilizante.

Con la incorporación al suelo de BIOF, no se incorpora agua, sino materia orgánica de calidad.

Su carga bacteriana viva y completa, es apta para vitalizar la actividad biológica y microbiológica del suelo.

Toda la composición de BIOF, materia orgánica, elementos nutritivos principales y secundarios.

Ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos, vitaminas, y oligoelementos hacen que este abono natural sea biológicamente activo en el terreno y en las plantas.

La cuidadosa selección de las materias primas, así como el riguroso control en los procesos de elaboración hacen de BIOF un abono libre de elementos patógenos, antibióticos y semillas de malas hierbas, quedando exento de Salmonella, enterobacterias y estreptococos.

Al ser un producto natural, los elementos nutritivos que aporta forman parte del producto orgánico original y por lo tanto no son lavables, estando siempre disponibles para atender las exigencias de los cultivos.

Incrementa la capacidad del terreno para retener el agua. Puede absorber hasta 4 veces su peso en agua, aumentando hasta 3 veces su volumen.

La granulometría (4-4,5mm.) hace de BIOF un abono que se distribuye con gran facilidad y uniformidad, pudiendo ser aplicado con abonadoras.

Todos los elementos nutritivos principales y secundarios así como los oligoelementos forman parte integrante del origen orgánico del producto, por ello no están sujetos a los fenómenos de inactivación o retrogradación, sino que se hacen gradualmente disponibles por los procesos de mineralización de la materia orgánica y pueden ser absorbidos totalmente por los cultivos.

Siguiendo las necesidades de cada planta, el abono orgánico BIOF, puede ser utilizado varias veces al año.

- Después del abonado es necesario incorporar el abono al suelo con un ligero rastrillado y regar enseguida.

- No aplicar el abono orgánico para el cuidado del césped a pleno sol.

- Las dosis prescritas sirven para un suelo normal; para suelos ligeros o pobres, es necesario aumentar la dosis.

Para obtener el máximo rendimiento recomendamos las siguientes prácticas:

FRUTICULTURA

Aplicar localizado o incorporado al suelo a unos 8-12 cm. de profundidad.

HORTICULTURA

Aplicar localizado o incorporado al suelo con 21/25 días de antelación a la fecha de siembra o trasplante.

Es importante incorporar seguidamente agua para que el abono se disuelva y empiece a liberar nutrientes que estarán disponibles cuando la planta los demande.

Cuando se localice el abono en líneas, situar la semilla o cepellón a unos 6/8 cm. de distancia del abono para evitar riesgos de quemado.

CULTIVOS EXTENSIVOS

Repartir con abonadora e incorporar al suelo con una labor superficial, antes o durante la siembra.