¿Qué es el Realfooding?

Todos tenemos claro, o deberíamos, que cuidar la alimentación tiene que ser un pilar básico para mimar nuestra salud. Una alimentación sana permite por un lado que nuestro organismo funcione con normalidad, que cubra nuestras necesidades fisiológicas básicas, y por otro, reduce el riesgo de padecer enfermedades a corto y largo plazo.

Una mala nutrición puede debilitar el sistema inmunológico, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental y reducir la productividad. La alimentación poco saludable está relacionada con muchas de las principales causas de muerte, por ejemplo, las enfermedades coronarias, la diabetes, hipertensión, los accidentes cerebrovasculares…

Por tanto, parece indispensable cuidar de nuestra dieta. Es aquí donde entra en juego el concepto del que hoy os vamos a hablar: el Realfooding. Este nuevo movimiento está cogiendo mucho auge en parte gracias al dietista-nutricionista Carlos Ríos. En sus redes sociales cuenta ya con más de medio millón de seguidores. Su objetivo es llegar a la máxima población posible y sacarlos de Matrix, término con el que define  el panorama actual de alimentación, en el cual la gente no es consciente de lo que  está consumiendo.

Entonces, ¿cuál es la fórmula secreta del Realfooding?

Realfood un término inglés que significa simplemente comida real. Los alimentos tienen una compleja matriz alimentaria, la cual es saludable en su forma natural y mínimamente procesada. Cuando se procesa el alimento pierde estas propiedades. El Realfooding clasifica los alimentos en 3 grupos:

www.instagram.com/carlosriosq/?hl=es
www.instagram.com/carlosriosq
  • Comida real: son los alimentos mínimamente procesados en los que tenemos que basar nuestra dieta. Pertenecen a este grupo verduras, frutas, hortalizas, carne sin procesar, pescado, marisco, legumbres, tubérculos, huevos, café, hierbas, especias, leche fresca, infusiones…
  • Buenos procesados: Son alimentos reales con un procesamiento industrial o artesanal beneficioso o inocuo con respecto a sus propiedades saludables. El producto suele estar envasado y lleva etiqueta nutricional donde se leen entre 1 a 5 ingredientes, en os cuales no se encuentran cantidades significativas (menor o igual al 5-10% del total) de azúcar, harina refinada o aceite vegetal refinado. Podemos destacar en este grupo aceite de oliva virgen extra, panes integrales 100%, chocolate negro o cacao en polvo > 70%, legumbres de bote, pescado enlatado, comida real envasada al vacío o congelada, embutidos ibéricos, bebidas vegetales sin azúcares añadidos…
  • Ultraprocesados: Los ultraprocesados son lo opuesto a la comida real. Son preparaciones industriales comestibles elaboradas a partir de sustancias de otros alimentos o sintéticas, con diferentes técnicas de procesamiento y cuyo consumo tiene efectos negativos para la salud. Suelen tener cinco o más ingredientes. En este grupo están los refrescos y bebidas azucaradas, bebidas energéticas, bollería, panes refinados, carnes procesadas, pizzas industriales, galletas y derivados, cereales refinados y barritas, patatas fritas de bolsa, precocinados listos para calentar o freír, salsas comerciales, snacks salados, pescados procesados, lácteos azucarados…

La primera y más importante ley del Realfooding es: no tocarás, ni mirarás, ni pensarás en los ULTRAPROCESADOS.  Entre sus ingredientes predominan aquellos procesados tales como almidón, azúcar, aceites, sal y además, están presentes en su composición una variedad de aditivos industriales como conservantes, estabilizantes, resaltadores del sabor, colorantes, aromatizantes, emulsionantes, entre otros ejemplos. Estos alimentos son precisamente los que pueden tener combinaciones adictivas al estar compuestos por simultáneamente altas cantidades de sal y grasas y/o grandes concentraciones de azúcar y grasas lo que lo hacen tener un sabor altamente agradable al paladar humano.

¿Por qué debemos evitar los ultraprocesados?

Aquí está el problema. Los alimentos ultraprocesados son diseñados para un fácil consumo (no hay que cocinarlos en su mayoría) son duraderos, tienen un marketing   atractivo, un sabor muy agradable y son altamente rentables para que se vendan y consuman por encima del resto de alimentos. Nuestro apetito gravita hacia alimentos dulces, salados y grasos. Estos productos no producen en nosotros saciedad, por lo que podemos comer y comer sin sentirnos llenos. Tenemos un producto fácil de comer, rico y del que podemos consumir grandes cantidades sin saciarnos, es tan fácil como 1+1=2, los ultraprocesados generan adicción.

Tienen un alto contenido en azúcar y en fructosa. Es de sobra conocida la relación entre un alto consumo de azúcar con  enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad y cáncer. Además, son bajos en nutrientes, bajos en fibra, altos en grasas TRANS, altos en carbohidratos refinados, contiene ingredientes artificiales…

Y si son tan malos, ¿Por qué se siguen consumiendo?

Es por esto por lo que Carlos Ríos dice que vivimos en Matrix. Como ya hemos dicho, una parte muy importante del éxito de los ultraprocesados es el marketing. Las grandes multinacionales tienen un músculo económico que los productores de comida real no tienen.

Fácilmente verás envoltorios atractivos con palabras como light, 0 % en azúcar, detox, bajo en grasas, 100% natural, fitness, eslóganes como «te cuida», «sanísimo», «beneficioso»… Y pocas personas se paran a comprobar si todo esto es verdad leyendo la etiqueta nutricional. Jamás encontrarás una lechuga envasada y que en su envoltorio ponga «Rica en vitaminas A, E, C, B1, B2, Y B3, y en calcio, magnesio, socio y potasio», «vegetal 100%», «te cuida»…

¿Regulación?

Actualmente se está pidiendo, cada vez con más fuerza, que el gobierno regule estos alimentos, con avisos en los paquetes de sus peligros. Hace pocos días se público la medida que el Ministerio de Sanidad quiere implantar. Se llama Nutriscore y es un semáforo que te indica cuan saludable es un producto.

Nutriscore

Desde distintas asociaciones de nutricionistas consideran insuficiente está medida pues sigue sin ser  clara para los consumidores. Debido al algoritmo del Nutriscore los ultraprocesados reformulados (que les añaden edulcorantes, aceites vegetales refinados y fibra) saldrán ganando. Así cómo podemos ver en la foto una Cocacola Zero tendrá una B (verde, como no) tratando de llevarnos hasta una percepción de saludable cuando no lo es. E incluso tendría una valoración más saludable que el aceite de oliva. Obviamente es más saludable que la Cocacola normal, pero sigue sin ser un producto sano.

Una mejor alternativa sería copiar el sistema que ya hay implantado en Chile, donde advierten claramente de los componentes peligrosos que contienen estos productos (similar al etiquetado del tabaco).

https://www.180.com.uy/articulo/68923_las-razones-de-la-prohibicion-de-ultraprocesados-en-las-escuelas-chilenas
www.180.com.uy/articulo/68923_las-razones-de-la-prohibicion-de-ultraprocesados-en-las-escuelas-chilenas

 

Por lo tanto la recomendación sería el consumo consciente. Basa tu alimentación en comida real, y si te apetece consumir ultraprocesados, hazlo, pero estando fuera de Matrix, y sin que te engañen sus atractivos envases o sus frases manipuladoras.

 

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Navegar